Ya será demasiado tarde…
¿Qué puedes hacer si un agente de la policía local irrumpe en tu consulta gritando, amenazándote y totalmente fuera de si y te exige que dejes de atender a una paciente y salgas a la calle a atender a otra?
Pues obedecer para evitar que en el estado en el que se encontraba le diera por sacar el arma… Hoy he sentido miedo e impotencia 😦
Ahora estoy en casa, llorando mientras escribo y sintiendo una mezcla de tristeza, impotencia, miedo y perplejidad porque no entiendo como pudo actuar de esa manera un “profesional” que debe mantener la calma ante una emergencia y que sobretodo debe saber reconocer una emergencia.
Llora el pueblo
sangra la tierra,
se rompe el cielo
de nuevo la guerra.
Ayer la tarde se tornó gris, llovía y el frío regresó con la intención de recordarnos que aún la primavera dista en llegar.
Saqué la mano por la ventana y toqué la lluvia como siempre, pero ahora es diferente porque ya no hay nadie al otro lado.
El mundo sigue su camino indiferente al ritmo de mi corazón y me recuerda que tras la tormenta hay que hacer balance de los daños, reponerse y seguir caminando.
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